FRATERNIDAD:
Concebida como el fundamento de las buenas relaciones interpersonales que deben caracterizar a los miembros de la Familia Gimnasista. Ella será la base de la
empatía, la inclusión, igualdad, solidaridad, comprensión, alegría y el respeto a la dignidad del ser humano y su relación con los seres vivos.
ESPIRITUALIDAD:
Entendida como la relación permanente del Gimnasista con Dios al cual concibe como el principio y fin de su existencia. La oración, el lenguaje de paz, amor bondad,
fe y esperanza caracterizarán la relación del Gimnasista con sigo mismo, con los demás, con Dios y su obra de creación a través de lo cual encontrará el verdadero sentido y la trascendencia de la
vida.
EXCELENCIA:
Concebida como la fuente de la motivación que inspira a los Gimnasistas a querer “ser los mejores”, a buscar el éxito y el progreso sobre la base y los principios de
la disciplina personal y la alta calidad en el producto de su SER y su quehacer cotidiano.
LIDERAZGO:
Concebida como la habilidad que deben desarrollar los Gimnasistas para tomar iniciativas, planear, organizar, ejecutar, y valorar acciones que le permitan ser
emprendedores y artífices de sus proyectos exitosos en el ámbito personal y socio cultural.
CRECIMIENTO PERSONAL:
Es el máximo valor agregado al proceso de formación que identifica a los integrantes de la Familia Gimnasista. Se logra por la integración de valores y actitudes que
buscan potencializar las capacidades personales sobre la base de una adecuada concepción y práctica de su dimensión espiritual, ética y sexual. “Crecer… un compromiso Gimnasista”.
